Del gesto a la palabra

del gesto a la palabra

Cuando los niños comienzan a hablar se comunican en mayor medida con gestos, miradas, acciones y sonidos.

Suelen señalar el objeto deseado, mostrarnos que algo se cayó, algo les llama la atención o quieren repetir una acción que les gustó mucho, por ejemplo hamacarse, balancearse, hacer caballito, cosquillas, que los persigan.

Esas son oportunidades que tenemos que utilizar para ayudarlos a hacer la transición del gesto a las palabras:
El niño debe aprender que las palabras sirven para generar un efecto en el otro, es decir para comprender que si quiero repetir la acción que me gustó (caballito en las piernas de papá) en lugar de mover el cuerpo tengo que pedir: “mas” o una aproximación a esa palabra.

¿Cómo? Les doy un ejemplo del juego del “caballito”

Comenzamos la interacción moviendo el caballo lo hacemos mirando los a los ojos y acompañando de sonidos: jijii o arre caballo!

Detenemos el caballo y esperamos mirando con sorpresa.

Seguramente el niño comenzará a moverse, o gritar o el recurso utilizado hasta el momento para repetir la acción. Entonces inmediatamente decimos: “más”

A principio lo haremos nosotros para que el niño pueda asociar que si quiere que se mueva el caballo debe decir “más”

Repetiré este juego muchas veces y las próximas cuando comience a moverse para pedir más haré una pausa lo miraré con mucha expresión, sonrisa y ojos abiertos para hacerle saber que debe decir “más”.

Si no dice nada, volveré a mover el caballo y diré “más”. Seguramente las próximas veces intentará imitarlo .

Esto lleva tiempo, paciencia y muchas repeticiones.

No siempre imitan la palabra al instante. Pero es importante ser constantes y generar esas instancias todos los dias.

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